En la actualidad la ley Avelino Siñani y Elizardo Pérez solo tiene alcance a la educación regular,
y no así en la Educación superior, el gran desafío de la universidad boliviana
ante el planteamiento de una “Educación descolonizadora”, propuesta en la ley
Avelino Siñani y Elizardo Pérez, será “primero, generar procesos
autorreflexivos y asumir en ellos una mirada más nacional de lo que son sus
obligaciones con respecto a la sociedad boliviana”, “En la medida en que la
universidad sea autorreflexiva posibilitará que la sociedad boliviana mire
hacia adentro; sólo así podrá romper las ataduras neocoloniales que todavía están
vigentes en el país” según Cecilia Salazar de la Torre, investigadora y docente
universitaria del Postgrado en Ciencias del Desarrollo de la Universidad Mayor
de San Andrés (Cides UMSA).
En el
campo de educación superior aún la descolonización supone cambiar de raíz la
matriz epistemológica del conocimiento universitario o simplemente incorporar
otras tradiciones con un enfoque multicultural.
Según varios
investigadores coinciden en que el actual sistema universitario estatal
atraviesa por una aguda crisis “cultural, ideológica y luego de pertinencia,
calidad y responsabilidad”, situación no exenta, sin embargo, de rasgos
positivos. Las universidades como
instituciones autónomas, están en una situación de indefinición.
Actualmente
las universidades ya no son la misma de hace 30 años, se están convirtiendo en
escenarios más populares y democráticos. La crisis de los 80, ocasionó un
quiebre de la estructura económica, que derivó en la fragmentación de la sociedad
boliviana en una multiplicidad de identidades que no hallan cohesión entre sí.
En ese contexto, la educación sigue jugando un papel fundamental; cada vez más
gente sigue pensando que incorporarse a la universidad le va permitir adquirir
un título, por lo tanto vincularse al mercado laboral siendo un vehículo de
ascenso social.
Como sabemos
la universidad es una institución mediadora o intermedia que permite que la
relación Estado sociedad sea coherente y se actúe en términos ecuánimes y
equilibrados donde la responsabilidad histórica de la universidad es dotar de
argumentos a la sociedad boliviana para reconstituir su estado nacional.
Sin embargo, el Estado, debiera
garantizar la calidad de la enseñanza, su pertinencia, su transparencia y crear
dispositivos públicos para que las universidades públicas y privadas den
cuentas de sus resultados y funcionamiento, mediante la autoevaluación y la
acreditación.
La Educación
superior debe ir en busca del conocimiento nacional, los paradigmas étnicos culturales
que alimentan hoy el proceso descolonizador en Bolivia que tienden a restarle
valor al conocimiento racional moderno. Esta visión está originando una fuerte
tensión en la universidad boliviana que aún no es resuelta por los
intelectuales.
Desde mi
punto de vista, la tensión debe resolverse a favor de un conocimiento nacional.
La universidad tiene un compromiso inexcusable con la sociedad boliviana en sus
sectores más oprimidos y no puede volcarse hacia ellos sino acompañando este
compromiso con conocimiento racional. Lo mejor sería que la universidad encuentre
un equilibrio, no podemos, como quieren los grupos más radicales, volcarnos y
decirle no a la modernidad, le estaríamos diciendo no a la universidad, porque
ésta es una institución que nació con los procesos de emergencia capitalista,
con los procesos de modernización, es el pilar cognitivo de los procesos de
desarrollo de la ciencia.
Las Universidades
privadas como
fuente mercantilista y el trueque de conocimiento por dinero es el que preside
las políticas de la educación privada, este tipo de educación privada debe
existir y ser garantizada en la Constitución, pero bajo ciertas condiciones que
impida que el afán por ganancias y lucro se impongan sobre los propósitos
educativos.
Hasta el momento ningún país ha
pasado por un proceso de descolonización de su educación superior, aunque existe
experiencia de universidades indígenas y multiculturales en México, Nicaragua,
Ecuador y Canadá. Para Bolivia esta experiencia necesita de mayor
investigación.
Para
comprender la descolonizacion educativa es imprescindible aceptar dos puntos de
partida: primero, que la
perspectiva intercultural e intra-cultural de la educación boliviana,
definitivamente, no puede reducirse sólo a la inclusión de los contenidos de la
diversidad cultural en el currículum. No cabe duda que esta grave insuficiencia
merece un análisis epistemológico que descubra las razones por las que la
concepción de conocimiento o saber con la que se opera, no incluye a las
lenguas y los mundos diferentes al occidental.
El segundo aspecto tiene que ver
con la concepción de currículum. En nuestra perspectiva, dicho concepto
presupone una convicción: toda relación interhumana es educativa porque existe
la naturaleza como origen de la vida. Estas dos relaciones constituyen la base
de todo currículum externo al punto de vista occidental, relaciones que se dan
en la perspectiva andina. El contexto histórico y social, los contenidos
disciplinares o cotidianos, la lengua, la pedagogía y la didáctica usadas para
enseñar y para aprender constituyen inmediatamente, un currículum. La presente
propuesta se basa en esta crítica para no caer por defecto, en promover
procesos educativos meramente racionalistas, subordinando a los educandos a un
cúmulo de contenidos, desvinculados de aspectos tan importantes como los
valores morales. La siguiente propuesta intra-cultural e intercultural
del sistema educativo se funda en las dos certidumbres de la descolonización en
la educación superior.
BIBLIOGRAFÍA
- La descolonización en el estado plurinacional, la patria, lapatriaenlinea.com/index2.php?t=la-descolonizacion-en-la-educacion-del-estado Plurinacional de Bolivia
- Periódico digital Pieb. com.bo
- Quintanilla Coro, Víctor Hugo LA PERSPECTIVA DE DESCOLONIZACIÓN EDUCATIVA INTRA-CULTURAL E INTERCULTURAL ISSN 2078-0362